Control de la temperatura en perros
En condiciones normales el centro termorregulador , localizado en el hipotálamo anterior , mantiene la temperatura dentro un estrecho rango de valores. Ello se logra gracias al equilibrio entre los mecanismos de producción y disipación del calor.1 Por lo que hace a la elevación de la temperatura en perros, es necesario diferenciar entre fiebre e hipertermia . En la fiebre , el incremento de la temperatura corporal es consecuencia de una elevación del punto de ajuste de la temperatura interna a nivel a nivel hipotalámico , debido a la liberación de pirógenos . En estos casos se activan mecanismos fisiológicos endógenos para conservar el calor (vasoconstricción o temblores) , y alcanzar la nueva temperatura indicada por el centro termorregulador. Por el contrario, en la hipertermia no febril el animal hace esfuerzos para reducir la temperatura corporal.1

Con temperaturas inferiores a 32ºC, más del 70% del calor corporal se disipa mediante mecanismos de radiación y convección a través de la superficie corporal, pero a medida que aumenta la temperatura ambiental el control de la temperatura se logra gracias a la evaporación (a través del jadeo en los perros) . Desgraciadamente, a medida que aumenta la humedad ambiental la eficiencia de la evaporación disminuye , siendo prácticamente inexistente cuando se alcanza cifras del 80%.2
Etiopatogenia del golpe de calor
En el GC y como consecuencia de la exposición a un entorno de alta temperatura y humedad ambiental (GC clásico) o por la realización de actividad física extrema (GC de esfuerzo) se produce un desequilibrio entre la producción de calor intrínseca/extrínseca y los mecanismos de disipación del mismo.
En veterinaria el GC se caracteriza por la presencia de temperatura rectal no pirogénica > 41ºC junto a disfunción del sistema nervioso , pero sin olvidar que en el momento de la admisión algunos animales pueden ser normotérmicos o incluso hipotérmicos si los propietarios han intentado enfriarlos previamente o si se presentan en un estado de shock avanzado.3 Se trata de una enfermedad muy grave con una mortalidad que puede alcanzar el 50% , incluso disponiendo de los medios técnicos y humanos para aplicar un tratamiento intensivo.4
Aunque puede afectar a cualquier tipo de perro, se considera que los labradores (por su predisposición a la obesidad y carácter juguetón), los Pastores Belgas malinois (por su exposición a un entrenamiento intenso), y por supuesto, las razas braquicéfalas (por sus problemas anatómicos) están predispuestos a su padecimiento.3,4
- Como resultado de la imposibilidad de disipar el exceso de calor se produce deshidratación, disminución del gasto cardíaco, hipotensión y colapso vascular . El acúmulo de sangre a nivel esplénico y hepático contribuye al desarrollo de shock e isquemia intestinal .
- En estos pacientes se produce un síndrome de respuesta inflamatoria sistémica que generalmente progresa a un síndrome de disfunción orgánica múltiple . La combinación del daño directo causado por el calor, el shock hipovolémico y distributivo, la acidosis metabólica, la disfunción neurológica, endotoxemia y CID resultan en una disminución de la perfusión orgánica, necrosis tisular y diátesis hemorrágica.
- Las complicaciones más frecuentes incluyen rabdomiolisis, daño y disfunción neurológica, daño renal agudo (AKI - Acute Kidney Injury ), síndrome de distress respiratorio agudo, daño hepatobiliar, sepsis y pancreatitis aguda . Puede producirse una diarrea hemorrágica masiva y hematemesis que se cree podría ir acompañada de translocación bacteriana.3
Alteraciones laboratoriales en perros con GC
Las alteraciones más frecuentes incluyen elevación en las concentraciones de CK, ALT y AST, GGT y fosfatasa alcalina , así como hematocrito elevado y metarrubricitosis en ausencia de anemia y policromasia (hallazgo muy característico del golpe de calor) y hemoglobinuria .3
Se considera que el AKI afecta a todos los pacientes con GC , pero inicialmente puede presentar un curso subclínico y no ser detectable en base al uso de los marcadores de función renal habituales.5
Tratamiento
Los objetivos del tratamiento del GC son controlar la hipertermia , proveer soporte cardiovascular y tratar las complicaciones presentes.
- Las primeras medidas para normalizar la temperatura en perros con GC incluyen colocar el animal en una zona fresca y alejada de la luz solar directa, pulverización con agua fresca (no helada) y colocación de enfriadores (no congelados) en las axilas e ingles. El objetivo es lograr una temperatura de 39,4ºC en los primeros 30-60 minutos, pero evitando provocar un sobreenfriamiento que pueda causar una nueva estimulación del centro termorregulador.
- Deben administrarse fluidos endovenosos adaptados a las necesidades de cada paciente, así como oxígeno en caso de insuficiencia respiratoria.
- El uso de glucocorticoides se recomienda en caso de sospecha de edema en la vía aérea, pero se desaconseja como medida rutinaria.
- Se recomienda administrar antibióticos de amplio espectro junto a fluoroquinolonas (y en ocasiones metronidazol) para reducir la bacteriemia . Se desaconseja el uso de antibióticos potencialmente nefrotóxicos y de antipiréticos.6
Conclusiones
El golpe de calor es una enfermedad frecuente y con una elevada mortalidad. Por ello, es importante que aconsejemos a los propietarios cómo evitarlo. Deben ser conscientes de la importancia que tiene evitar (sobre todo en animales predispuestos) la exposición, (y por supuesto la realización de ejercicio intenso) a condiciones de temperatura y humedad relativa altas. Si esto no es posible, al menos debe reducirse al máximo el tiempo de exposición, refrescar al perro periódicamente y mantenerlo bien hidratado. En caso de tener que viajar con el perro, se recomienda hacerlo a las horas donde la temperatura sea más suave, manteniendo la temperatura del vehículo entre 20ºC-24ºC, haciendo paradas frecuentes y permitiendo que el animal beba durante las mismas.








